Tejer es un acto de experimentación y reflexión. Un lenguaje íntimo y a la vez colectivo a través del cual me acerco a culturas, historias y personas. Personas con las que comparto la vida del hacer.
Estudié Ingeniería Técnica en Diseño Industrial. Por entonces, mi abuela me enseñó a tejer y empezó mi aventura con los hilos. Tras la carrera, me especialicé en diseño de punto en el IED (Instituto Europeo de Diseño) y comencé a trabajar como diseñadora de punto.
Mi curiosidad me llevó al Studi Textil del Born (Barcelona). Durante años monte y desmonte altos y bajos lizos en todo tipo de estructuras. Pasé meses aprendiendo a tejer alfombras tradicionales tibetanas en el Himalaya, gracias a la perseverancia de las mujeres tibetanas en el exilio. En la cooperativa de PANCHACHULI en Kumaon (India), aprendí a hilar a cambio de enseñar patronaje. En Ladakh realicé mis propios fieltros a partir de tejidos manuales con lana de yak. Recientemente me inicié en las profundidades del tapiz marroquí… y desde ahí hasta experimentar con programación de tricotosas shima seiki.
Profesionalmente diseño colecciones de punto tejido a mano y también para el sector industrial desde hace quince años. Enseño proyectos de punto en la universidad ESDI (Escuela Superior de Diseño) e imparto talleres de punto y patronaje en todo el mundo.
Creo en la atemporalidad del tiempo, en la magia de las abuelas y en el hecho.
#HomeLikeCardigan
HOMELIKE está inspirado en las casas de antaño hechas a medida del ser humano para proteger y acariciar la vida. Cálidas en invierno, frescas en verano, de techos altos que dejan volar la imaginación y vigas de madera que te sostienen. Con espacios amplios en los que compartir mesa, lumbre y tiempo. Con ventanitas por dónde se filtra el sol regando sus rincones y la luna dibuja sombras que bailan. En mi proceso primero sintetizo el concepto que guiará cada una de las cuestiones del proceso de diseño. En este caso: La sensación de hogar dentro del tejido. Con la imagen en mente de mi tejado, con tejas cubiertas de líquenes amarillos, busqué un hilo que aportase una textura agradable, ligero pero con cuerpo y toques jaspeados. Elegí Merino Flame mostaza que evocaba los líquenes y el calor de la lumbre. Llegado este punto, sólo nos queda disfrutar de tejer.
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